viernes, 2 de diciembre de 2011

ESTADOS Y CAPITALES REPÚBLICA MEXICANA.

TERRITORIO El territorio mexicano, limita al Norte con Estados Unidos de América, y al Sur con Guatemala y Belice. Las aguas del golfo de México lo limitan por el Este, mientras que las del océano Pacífico lo hacen por el Oeste. La jurisdicción federal mexicana se extiende, además del territorio continental de la república, sobre numerosas islas cercanas a sus costas. La superficie total del país es de 1'964.382 km², suma de la superficie continental e insular. La capital y ciudad más grande es la ciudad de México. Estados de México. © Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos. El territorio de los Estados Unidos Mexicanos, según la Constitución de 1917, se divide en 31 estados y un Distrito Federal, que alberga la sede de los poderes federales. Los estados son los siguientes: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Coahuila, Colima, Chiapas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán y Zacatecas.[1] Geografía Física En una visión de conjunto, las principales regiones fisiográficas pueden agruparse de la siguiente forma: Las Altiplanicies del Interior Estas regiones interiores del territorio están enmarcadas en su mayor parte por las cordilleras de Sierra Madre Oriental y Sierra Madre Occidental. El gran bloque mesetario bascula hacia el Norte, es decir, disminuye de altitud en la dirección antes indicada. Algunos relieves transversales de moderada elevación la dividen en dos grandes conjuntos: la llamada Altiplanicie del Norte, que se extiende desde la frontera norteamericana hasta las regiones de Aguascalientes y San Luis Potosí y la conocida meseta de Anáhuac, localizada en el centro del país. En la primera, el relieve aparece diversificado por una alternancia de colinas y sectores deprimidos o bolsones. La segunda, o meseta de Anáhuac, limitada al Sur por la Cordillera Transversal Volcánica, es una verdadera cuenca interior a más de 2,000 metros de altitud, salpicada de vez en cuando por pequeñas extensiones lacustres. Sierras Madre Oriental y Occidental La primera de estas cordilleras empieza en el Norte, en la serranía del Burro, en Coahuila, y continua hacia el Sureste hasta la Sierra de Pachuca. Formada por material calizo predominante, plegado ya durante las últimas fases del Secundario, mantiene una altitud media de unos 2,000-2,500metros. la segunda orla montañosa, con una dirección Noroeste a Sureste algo similar a la anterior, se extiende desde la Frontera con Estados Unidos de Norteamérica en el Norte, hasta el valle del río Santiago, en el Sur. Tiene unos 250 kms., de anchura media y alcanza altitudes superiores a los 3,000 metros. Las profundas gargantas que entallan sus ásperos relieves forman a menudo panoramas de gran belleza. La Sierra madre Occidental surgió durante el Terciario medio y por lo tanto es más reciente que la Sierra madre Oriental. Las grandes fracturas originadas durante el proceso orogénico permitieron la ascensión de grandes masas ígneas que cubrieron vastos sectores del conjunto. Cordillera Transversal Volcánica o Eje Volcánico Esta cordillera constituye una orla montañosa transversal de orígen volcánico que se extiende entre los litorales del Atlántico y del Pacífico en la región meridional de la meseta central. En dicha alineación volcánica se yerguen la cumbre del Popocatépetl, 5,452 metros de altitud, y el Pico de Orizaba o Citlaltépetl, que con sus 5,700 metros de altitud sobre el nivel del mar es la máxima elevación de todo el relieve del país. Sierra Madre del Sur y las Sierra de Chiapas Situada en la región Suroeste de México, la Sierra Madre del Sur supera los 3,500 metros de altitud. Es de formación relativamente reciente, puesto que data de fines del terciario. Entre sus pliegues afloran las rocas metamórficas y retazos del substrato granítico. Las sierras de Chiapas y Guatemala constituyen un conjunto de relieves situados en las regiones más meridionales del país, más allá del istmo de Tehuantepec. La Llanura del Golfo de México y la Península de Yucatán La llanura costera que se extiende a lo largo del Golfo citado empieza de hecho en territorio norteamericano y se continúa en territorio mexicano hasta la península de Yucatán, en el extremo meridional. Está formada por sedimentos pleistocénicos y cuaternarios que se asientan a su vez sobre mantos de calizas, areniscas y margas del terciario y asciende suavemente hacia el interior hasta entrar en contacto con los relieves de las cor5dilleras. Los ríos que descienden de la Sierra Madre Oriental han contribuido poderosamente con sus aluviones a la formación de la llanura. En algunos sectores litorales abundan áreas pantanosas y las lagunas; en otros, por el contrario, la llanura se hace muy estrecha al verse dominada por ramales montañosos que avanzan hacia el mar. Más el Sur aparece sobre calizas que dan origen a un relieve cárstico y numerosas corrientes de agua subterráneas. El Noroeste En esta parte del territorio mexicano destacan tres accidentes naturales: a) las llanuras costeras de Sonora y Sinaloa; b) el golfo de Baja California, y c) la península homónima. Las regiones llanas costeras se encuentran limitadas al Este por los primeros contrafuertes de la Sierra Madre Occidental, algunos de cuyos relieves las accidentan. La llanura de Sonora es una región semidesértica que descansa sobre un estrato de rocas metamórficas, sedimentarias y volcánicas, recubiertas a menudo por una masa de aluviones de piedemonte. Al Sur de Sonora empieza la llanura de Sinaloa, drenada por varios ríos procedentes de la Sierra Madre Occidental. En la costa, poco accidentada en general, abundan los sectores pantanosos. El golfo de la Baja California, entre la península homónima y las costas de Sonora y Sinaloa, es una prolongación meridional de la Gran Cuenca o Great Basin del Sur de California, invadida hoy en la parte mexicana por las aguas del mar. En realidad, se trata de una depresión o graben dominada hacia el Oeste por el horst de la península del mismo nombre. Esta última constituye una larga franja de terreno que se extiende, de Norte a Sur, en unos 1,800 km., de longitud y unos 100 km., de anchura, entre el golfo homónimo al Este y el océano Pacífico al Oeste. La parte oriental se encuentra accidentada por las sierras de Juárez, San Pedro Mártir y La Giganta, cuyas cimas más elevadas superan los 3,000 m de altitud. Esta orla montañosa principal presenta una pendiente abrupta hacia el Este y desciende más suavemente hacia el Oeste hasta entroncar con las llanuras de la parte suroccidental de la península, las cuales se asientan sobre conglomerados y otras rocas sedimentarias, así como buen número de cenizas volcánicas. La línea de costa se encuentra a menudo accidentada por barras y lenguas arenosas. Recapitulación Final Desde el punto de vista de la estructura, el territorio mexicano recuerda bastante las regiones meridionales de Estados Unidos. Las líneas fundamentales del relieve del país se pueden considerar, por tanto, como una prolongación hacia el Sur de los principales accidentes fisiográficos de las regiones que se extienden mucho más allá de la frontera septentrional. Esto es verdad al menos en lo que concierne a las partes norte y centro de México, e incluso a las regiones meridionales que se encuentran al Norte del istmo de Tehuantepec. Esta zona estrecha marcaría parece ser la separación neta entre las estructuras del Norte y del Sur del continente. En cuanto a los materiales, conviene recordar la abundancia de rocas intrusivas y efusivas; estas últimas aprovechando las líneas generales de fractura. En síntesis, puede decirse que hacia el Norte; y Noroeste aparecen numerosos retazos de rocas del Precámbrico y Paleozoico, mientras que en el centro abundan los materiales mesozoicos, a veces con estructura horizontal o casi horizontal, especialmente en las cuencas interiores. Hacia el litoral atlántico predominan los aluviones del Cuaternario. Las Condiciones Climáticas El clima de México se ve influido por la latitud, la disposición del relieve y la circulación atmosférica general. El trópico de Cáncer divide aproximadamente en dos mitades el territorio nacional. En consecuencia, grandes extensiones del país se encuentran sometidas a las condiciones características de un clima tipo tropical, es decir, alternancia lluviosa y seca estacional y, en general, temperaturas bastante elevadas. En México, sin embargo, este esquema climático tipo se transforma notablemente por efectos del relieve y, en fin de cuentas, a causa de la altitud sobre el nivel del mar. En las regiones del centro-sur , por ejemplo, el escalonamiento topográfico origina tres regiones climático-paisajistas muy diferentes: las tierras cálidas y húmedas de las zonas bajas, las tierras templadas de las zonas de altitud media y finalmente las tierras frías de las zonas más elevadas. Por otra parte, la circulación atmosférica general determina, según las estaciones, flujos atmosféricos de diversa procedencia. En verano existe un neto predominio de los alisios del Noreste. que al penetrar en el interior del país se desvían hacia el Norte y Noroeste. atraídos por las áreas locales de baja presión. Las precipitaciones resultantes disminuyen de Este a Oeste por tanto, el litoral del Pacífico es, en general, menos húmedo. A principios de la estación otoñal las tempestades de origen ciclónico aportan un complemento de humedad, si bien los huracanes causan graves daños de vez en cuando. A finales de otoño y hasta la primavera dominan las masas de aire procedentes del Oeste y Norte. En general, determinan un tipo más bien seco con posibles invasiones de aire fresco septentrional. La primavera suele ser cálida y escasamente lluviosa. Las zonas climáticas principales pueden agruparse de la siguiente manera: 1) Las regiones al Norte del trópico se caracterizan por su aridez (menos de 400 mm., anuales de lluvia), por sus elevadas temperaturas de verano y por una importante oscilación térmica anual. Sin embargo, en ciertos sectores las orlas montañosas o la proximidad del golfo de México, pueden mitigar las temperaturas y el grado de aridez. 2) La meseta del Anáhuac y en general las llamadas tierras templadas, situadas a una altitud sobre el nivel del mar bastante importante, se caracterizan por un clima más suave. Las temperaturas medias, entre 10° - 20° C, resultan soportables, mientras que las precipitaciones anuales oscilan entre los 700 y 1,500 mm. Por encima de los 2,000 mts., empiezan ya las llamadas tierras frías. 3) En el sector meridional del país impera el clima tropical húmedo (más de 2,000 milimetros de lluvia anual) y cálido -Merida, 25° C de media anual-, con escasa oscilación térmica. Los Ríos y las Aguas Interiores Las condiciones climáticas determinan lógicamente la importancia de la red hidrográfica. En México, como hemos visto anteriormente, existen marcadas diferencias entre regiones y otras. En consecuencia, los ríos que discurren por las regiones áridas septentrionales se caracterizan por caudales poco abundantes, una gran irregularidad y una notable pérdida de agua por efecto de la evaporación. Estos ríos tienen régimen netamente pluvial. En las regiones meridionales del país, mucho más lluviosas, los ríos mantienen un caudal más abundante. Pero debido a que Ia extensión del territorio es mucho menor en aquellas latitudes, tienen por lo general un curso más corto. Los únicos ríos navegables, aunque en tramos de poca longitud, son los que desembocan en el Atlántico. En México existen tres vertientes hidrográficas principales, es decir, la vertiente del Atlántico, la vertiente del Pacifico y la vertiente de las cuencas interiores. La vertiente atlántica comprende, entre otros, el río Bravo o Grande del Norte, que forma frontera con Estados Unidos a lo largo de más de 1,700 km. Entre sus afluentes destacan el Conchos, el Salado y el San Juan, cuyas aguas se aprovechan intensamente para el regadío. Siguen de Norte a Sur el río Pánuco, que constituye con sus afluentes principales la red hidrográfica conocida con el nombre de Tula-Moctezuma-Pánuco, y más al sur todavía, los ríos Papaloapan, Grijalva y Usumacinta. Este último marca el límite con Guatemala y se une al anterior junto a su desembocadura. La península de Yucatán se encuentra prácticamente desprovista de red hidrográfica superficial, puesto que las aguas se infiltran fácilmente en las grietas y dédalos subterráneos de su relieve cárstico. En la vertiente del Pacifico, los ríos del sector septentrional son, asimismo, irregulares y de escaso caudal. En Ia península de Baja California destacan los ríos Tijuana y San José del Cabo. En la parte continental cabe mencionar, entre otros, a los ríos Yaqui, Fuerte, Acaponeta, Mezquital-San Pedro, Río Grande de Santiago, que forma Ia red Lerma-Chapala-Santiago, Balsas, Verde-Tehuantepec y algunos más. Los ríos de las cuencas interiores de la Altiplanicie Central desembocan en lagos y lagunas (Santiaguillo, Toronto, etc.) de los sectores endorreicos. El territorio mexicano no comprende vastos complejos lacustres, como es el caso, por ejemplo, de EE.UU. y Canada. En este aspecto destaca, sin embargo, por su extensión, la llamada laguna de Chapala. Vegetación y Fauna La distribución de la vegetación guarda una relación evidente con las diversas zona climáticas del territorio mexicano. En las regiones áridas del Norte domina una vegetación de matorral desértico espinoso, adaptada en suma a la gran escasez de humedad. Abunda el mezquite (Procopis juliflora), la yuca o palma china, variedades de nopal (Opuntia silleni), agaves (Agave stricta) y numerosas cactáceas. Las encinas y los pinos se refugian en las altas vertientes de las montañas. En la meseta de Anáhuac y en general en las zonas llamadas templadas, el piso inferior vegetal comprende especies de bosque templado, caducifolias o no, tales como coníferas, chopos, sauces, robles y fresnos, entre otros. En las montañas entre los 2,500-3,900 mts., dominan las encinas y pinos (Pinus montezumae y Pinus haztwegii, por ejemplo), alternando, según la altitud, con especies del género Abies y cedros (Cupressus lindleyi). Por encima de los (últimos pisos de esta masa forestal empiezan a dominar las gramíneas de la pradera alpina. Los manchones de selva tropical abundan en las regiones meridionales del país, que son, como se sabe, las más lluviosas y cálidas. Existe una gran variedad de especies, entre las que destacan la caoba (Swietenia macrophylla) y diversos árboles de madera preciada. Los mangles tales como Rhizophora mangle y Avicennia nitida abundan a lo largo del golfo de México. Como cultivos característicos puede citarse el henequén en el Yucatán y el maguey en el Sur de la altiplanicie interior. En algunas regiones son frecuentes también los eucaliptos (Eucaliptus globullus) de procedencia australiana. México tiene una extraordinaria riqueza faunística. En las regiones cálidas y húmedas el tapir, el armadillo y el jabalí, así como distintos anfibios y reptiles tales como ranas arbóreas, tortugas, caimanes, iguanas, coralillos, diferentes especies de culebras y aves exóticas como los pericos, las cotorras, harpías y muchas más. En el resto del país pueden encontrarse con más o menos abundancia según las regiones, osos, jaguares, bisontes, lobos, perros de las praderas, coyotes, gamos, pelícanos y águilas. Los reptiles, excepto los de las regiones tropicales húmedas, son en general de escasas dimensiones. Geografía Humana México es el tercer País de todo el continente americano por el número de sus habitantes. Solo le superan en este aspecto Estados Unidos y Brasil. Es también la nación más poblada de todas las de lengua española. Tenía 48'381,000 habitantes en 1970 y superaba los 50 millones en 1971. En la actualidad, año 1974, su población debe oscilar entre los 51 y 52 millones. Sin embargo, dada la extensión de su territorio, la población relativa es todavía escasa, unos 25 habitantes por km2 en 1970. La población mexicana de nuestros días resulta, como es sabido, de la fusión de dos grupos raciales principales, el amerindio y el español. Según estimaciones recientes, está compuesta por un 15 % de blancos y criollos, un 29 % de amerindios, un 55 % de mestizos y un 1 % de otros grupos raciales. A partir de los años veinte, y después de las luchas civiles en que se vio envuelto el país, Ia expansión demográfica aumentó de manera paulatina. El índice de natalidad se se ha mantenido muy elevado (43.3 % en 1970) a contrapartida el índice de mortalidad -debido al aumento del nivel de vida y a las mejoras médico-sanitarias- ha descendido continuamente (9,9 % en 1970). En el período relativamente reciente de 1963-1971, el índice de crecimiento anual registrado ha sido, por ejemplo, del orden del 3.2 %. La agricultura continúa siendo hoy un importante capitulo de la economía mexicana. Sin embargo, debido a la industrialización de los últimos años, buena parte de la población campesina se ha trasladado a la ciudad, donde la industrialización ha creado nuevos puestos de trabajo. En 1970, la población urbana alcanzaba casi el 60 %. En esta misma fecha, México contaba con dos ciudades millonarias, la capital federal, con mis de 7 millones, y Guadalajara, que superaba el millón. Las seguían en importancia Monterrey (858,000), Ciudad Juárez (436,000) y Puebla (401,600). La población mexicana se reparte de forma desigual. En general es bastante densa en los estados cercanos a la capital, superando a veces, en aquellas regiones, los 125 habitantes por km2. En el resto del país, la densidad disminuye notablemente. Es. muy escasa en las regiones áridas del norte del país. Resumen de los tipos de vegetación de México Pradera alpina cespiticaule. Plantas herbáceas con altura máxima do 50 cms., formando macollos. Las más abundantes son las gramíneas. Este tipo do vegetación se localiza en los sistemas montañosos elevados y en laderas con pendientes más o menos pronunciadas. Bosque alpino aciculifolio. Bosque abierto con árboles hasta 30 mts., de altura, con hojas en forma de aguja. Se localiza entre los 3,000 y 3,900 mts., sobro el nivel del mar. Los árboles representativos son los pinos, que crecen en mesotas altas o en laderas. Bosque alpino planiaciculifolio. Es Ia comunidad que más se destaca en las partes altas de México. El tamaño do los ejemplares alcanza hasta 35 mts., de alto, aunque en ocasiones llega a los 50 mts. Su distribución está comprendida entro los 2,500 y 3,500 mts., sobre el nivel del mar, aunque, en ocasiones, se le encuentra más abajo. Sus hojas son semejantes a espinas planas y no muy largas. Bosque templado aciculifolio. En la comunidad éstas se encuentran agrupadas Ia mayoría de las especies de pinos. Se encuentran a diversas altitudes formando masas considerables. Su más frecuente acompañante es el género Quercus. El tamaño de los ejemplares es de 8 a 30 mts., de alto. Bosque templado esclerófilo. Los componentes do esta comunidad presentan las hojas duras. El componente principal es el género Quercus (encino). Su distribución es bastante amplia y agrupa a una gran cantidad do especies. Bosque templado caducifolio. Su característica primordial es la do perder las hojas durante Ia estación invernal. Su distribución es muy localizada en el país, presentándose en forma de manchas. La humedad ambiental es elevada y con frecuencia se presenta niebla. Bosque tropical perennifolio. Tipo do vegetación denso, do 30 a 60 mts., de altura, con abundantes epifitas y lianas. Los árboles más altos permanecen verdes todo el año. Posee numerosas comunidades de variado aspecto, de acuerdo con las condiciones ecológicas en las quo se desarrollan. Bosque subtropical caducifolio. Los componentes arbóreos tienen una altura do .4 a 15 mts. Durante la época de sequía la mayor parte pierden las hojas. Su área de distribución se encuentra desde las planicies costeras hasta los 2,500 mts. Agrupa multitud de comunidades, diversamente modificadas por las condiciones ecológicas. Matorral desértico espinoso. El denominador común en este tipo de vegetación, es la característica de ser espinoso y pungente. Los componentes varían entro 3 y 6 mts., de alto, aunque pueden serlo más. La precipitación en sus areas de distribución es baja. Los suelos en donde so desarrolla son pobres en materia orgánica. Vegetación acuática. Se utiliza esta designación para aquellas comunidades en las quo casi no intervienen las condiciones climáticas del medio ambiento; se utiliza en cambio un nombre alusivo a sus condiciones ecológicas. Abarca desde Ia vegetación de la vega de los ríos hasta aquella que se desarrolla en masas de agua con diferente extensión.[2] L. G. Q. 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